Hola, personita única,
hermosa y valiosa. He pedido que esta
carta te sea entregada cuando cumplas 5 años y puedas empezar a leerla. Espero
que puedas leer lo más pronto posible este regalo especial que he preparado
para ti. Que ¿cómo se de ti? Pues, en su debido momento lo leerás. Simplemente
relájate y disfruta este momento. Sé que llegará un punto en el que tendrás
demasiadas preguntas y sobretodo demasiadas preguntas. Sé también que obtendrás
pocas respuestas. Quiero que sepas que no tienes que desesperarte por
obtenerlas. Simplemente, todo llegará a su debido tiempo, aunque tengas que
rasgarle un poco con algunas cosas. Sé que serás muy tímido. Sé que no querrás
hablar, y que te llevaran a terapia de lenguaje. Sé que cuando entres al
preescolar, no te juntarás con muchas personas. Te darás cuenta de que mamá se
ocupa de ti todo el día y papá está muy cansado cuando llega del trabajo, y por
ende, no quiere jugar contigo. De seguro, te preguntarás: ¿por qué mi papá
tiene que trabajar tanto? ¿Por qué simplemente no puede estar conmigo cuando
quiero? tengo que decirte de que a pesar de que él es el jefe de su propio
changarro, como él mismo le llama, él es también como un esclavo del mismo.
Cuando tengas la oportunidad de trabajar con él en tus vacaciones de la
escuela, conocerás la historia de su vida, y entonces entenderás muchos de sus
porqués. Sí, quizá en este momento te preguntes cómo alguien puede ser dueño y
esclavo al mismo tiempo, y pues, bueno, para poder entender esta paradoja, te
hablaré un poco sobre historia. Cuando los españoles conquistaron a los pueblos
nativos de Mesoamérica, y de lo que actualmente es México, realizaron no
solamente una guerra cruel contra estas civilizaciones, sino que también,
realizaron una terrible conquista espiritual. ¿A qué me refiero con esto
Rogercito? Pues a que simplemente desaparecieron todos los saberes que los
antiguos tenían. Derribaron todas las edificaciones importantes y
significativas para ellos y simplemente con las mismas piedras (literalmente)
construyeron las propias. Sé que en algún momento te preguntaste que si se
supone que somos mayas, no hay ninguna construcción maya en la ciudad de
Campeche… esto es porque donde están todas las iglesias, habían templos mayas,
que fueron desaparecidos para dar paso a esas iglesias. Imagina que alguien te
dijera que tu forma de vivir no es correcta, y que por ende tienen que
derrumbarte tu casa para que te construyan una nueva, pero esa, después de
todo, no sería tu casa. No sería aquel lugar donde solías jugar con tus
peluches y carritos favoritos. No sería aquel lugar en donde descubriste los
libros y las palabras raras. No sería tu hogar… y así es como sintieron
aquellas personas antiguas en ese entonces. Su razón de ser no existía. Su
lugar en el mundo no existía. Ni siquiera era su mundo. ¿Quién eres Roger? ¿De
dónde vienes y hacia dónde vas pequeño? Nada nunca más…
Y entonces en este momento quizá
te preguntes que tiene que ver todo esto que te escribo con que tu papá no
juegue contigo… pues… con el paso de los años, aquellos españoles tuvieron
hijos con las mujeres originarias de aquí… hijos que no querían… hijos que iban
a la deriva… hijos que para ser aceptados y “queridos” aprendieron a obedecer
sin más… cuando conozcas la historia de tu padre podrás relacionar esto de una
mejor forma. Y es entonces, que como tu padre tuvo uno propio que lo dejó en el
desamparo, tuvo que hacer lo posible para sobrevivir, con esa mentalidad de
derrota que viene desde hace tantos años, y tuvo que hacer con mucho esfuerzo lo
que irás viendo a lo largo de tu vida. Como sabrás en su momento, tu padre solo
estudió hasta segundo de secundaria, un logro meramente colosal en su época.
Sólo para que te des una idea, en otros lugares como la República de China, el
98 por ciento de la población tiene en promedio educación de nivel
bachillerato, mientras que en nuestro país, la población en general tiene en
promedio un nivel de estudios de 6to de primaria. Y como te imaginarás, eso da
lugar a muchísimas diferencias entre países como China y el nuestro. Y no
solamente en cuestiones tecnológicas y de desarrollo, sino en cuestiones
culturales e ideológicas. ¿Recuerdas al mexicano desamparado y desesperanzado?
En países como Taiwán, Corea del Sur y Hong Kong, el trabajo es sinónimo de
triunfo, el que más trabaja es el que más gana. En México, el trabajo solo es
una forma de sobrellevar la vida, para ganar lo suficiente para subsistir. Te
aseguro, cuando veas hacia atrás en tu vida, que nunca nadie te ha hablado de
triunfo, de éxito. Lo más cercano a esto, es que te hablen de cuando seas
grande, de tu familia, de que tengas estudio y de que hagas algo con ello. No
me digas que no te has preguntado alguna vez si realmente estudiar te garantiza
tener tu vida ya asegurada. En todo caso, la vida no es sinónimo de éxito. El
éxito no es sinónimo de trabajar, sino de estar motivado para ello. ¿Ves que
tan diferentes son las cosas? Simplemente, no tomes demasiado en serio las
cosas, pero tampoco dejes de escucharlas. Date cuenta, abre los ojos bien. Sé
que te han enseñado que es mejor permanecer callado. Sé también que es difícil
emprender nuevas cosas cuando en la escuela te han enseñado que responder a
todo sólo en el momento que se te pide es igual a sobresalir. Pero esto
realmente no es así. Ser superior a los demás no implica ser feliz. Tampoco
quiere decir que uno caiga en la humildad que nos es enseñada, sino en una
humildad auténtica, una humildad que hable de la calidad de humano que eres.
Simplemente cuando algo no funcione satisfactoriamente, checa que pasó, corrige
lo necesario y aprende de los errores, considera lo positivo y lo negativo de
las cosas y transforma tu entorno, transfórmate a ti mismo, decide, actúa, y sé
feliz para compartir esa felicidad con quien quieras compartirla.
Sin embargo, no todo es
dolor. No todo es tragedia ni decisiones mal tomadas. Ciertamente, en la
sociedad mexicana, encontramos valores que mientras no caigan en el exceso, son
fundamentales para mantener la calma en momentos difíciles, estar en familia, motivarse
para trabajar en equipo y recuperarse en menor tiempo de las dificultades.
Además, aunque no sobresalimos en valores orientados hacia el logro, es decir,
aquellos como la iniciativa, la ambición, la independencia, la audacia y la
perseverancia, promovemos en mayor medida los valores orientados hacia la
convivencia, como el respeto afectuoso, la bondad, la humildad, la paciencia,
la tolerancia, la amistad y la resignación. Además, en las familias, y de
seguro en la tuya también, encontramos valores como la lealtad, la cooperación
y el afecto, así como servicio a los demás, que son aspectos que contribuyen al
desarrollo y crecimiento sano de un individuo siempre que no se llegue a la
sobreprotección y al exceso que crea dependencia y minusvalía. Sé que quizá
estas palabras, o algunas de ellas, cuando las leas por primera vez, no las
comprendas del todo. Sin embargo, yo sé que pronto comenzarás a agarrar los
libros que hay en tu casa y a revisar el diccionario solo por diversión, para
encontrar palabras chistosas y aprender que significan (por cierto, te
recomiendo que nunca dejes de encontrar palabras chistosas en un diccionario,
te va a servir muchísimo cuando tengas que redactar muchas cosas cuando
estudies en la universidad [sí, estudiarás en la universidad]), y así poco a
poco entenderás el valor de todo lo que te menciono aquí.
Sé que aprecias muchísimo a
tu mami, puesto que sé también que con ella te entiendes mejor y te es más
fácil hablar de temas difíciles con ella. Lamento informarte que llegará un
punto en el que te vuelvas indiferente con ella, y que con trabajo le dirigirás
unas cuantas palabras durante el día. Simplemente, quiero pedirte Rogercito,
que seas amable con ella. Que seas cariñoso y muy afectuoso con ella. Que le
digas todo lo que siempre has querido decirle en el momento preciso.
Simplemente ámala como ella te ama a ti. Aprecia y valora todo lo que ella hace
por ti a diario. No esperes a que el tiempo te valla orillando a hacerlo. Si es
cierto que por ahí reza el refrán: “más vale tarde que nunca” pero realmente,
haz las cosas cuando quieras hacerlas, no esperes por qués y en lugar de eso
plantéate para qués… deja de esperar el momento adecuado, porque los momentos
son únicos son perfectos aunque uno insista en que no lo son, piensa en que los
momentos no hacen las decisiones, sino las decisiones hacen a los momentos.
Hay algo que a estas alturas
de tu lectura quizá te estés preguntando. Sé mucho sobre tus preguntas, y sólo
quiero que sepas que no tienes por qué asustarte. Sé que te estarás preguntando
en estos momentos, ¿quién es Dios? ¿En dónde está? ¿Existen los fantasmas? ¿El
diablo? Sé que desde esos tiempos te preguntas estas cosas, y déjame decirte
que yo aún no lo sé. No lo sé a ciencia cierta, y prefiero no saberlo. No tengo
miedo, a diferencia de ti. No dejes que el miedo te domine y te haga hacer
cosas que quizá no querías hacer. Yo, hace tiempo, tenía demasiado miedo. Y
realmente la experiencia me hizo aprender de forma difícil y dolorosa. Y yo, no
quiero eso para ti. Simplemente, confía en tu intuición, puesto que en mi caso
es la única que realmente nunca me ha fallado y nunca me ha abandonado en los
momentos en que hube de necesitarle. Simplemente, no te preocupes por lo
sobrenatural. Ocúpate en tus decisiones y en lo que irás aprendiendo día a día.
Sé que te causa mucha
incertidumbre el futuro, sin embargo, no es algo que tengas que temer, sino
simplemente disfrutar. Créeme que a cada paso que das, es un paso más cerca de
algo grande para ti. Nunca dudes de tus pasos, puesto que realmente son los
mejores que pudiste haber dado en el momento, tiempo y circunstancias en los
que te encontraste. Mientras conserves una actitud de previsión, de líder, de
congruencia, de responsabilidad, motivación, compromiso, formación, calidad y
calidez en tu trato, puedes lograr muchas cosas, incluso cuando pienses que no
estás logrando algo en absoluto. Cada paso, mi pequeño Roger; es tuyo,
solamente tuyo y de nadie más. Puedes compartir tus logros, tus fracasos, tus
éxitos, incluso tu camino, pero la verdad es que los pasos y las decisiones que vallas tomando son
solamente tuyos, así que ámalos como lo que son, una extensión de tu ser y por
ende mucha belleza en sí mismos.
Sabes, tu crearás tu propio
conocimiento. Quizá ahorita te cueste creer en ello. ¿Cómo puede no ser verdad
todo lo que te dicen en la escuela? Ciertamente hay cosas que cambian, pero no
solamente es eso. Conforme vayas leyendo ciertas cosas, te vayas preguntando
otras y vayas obteniendo respuestas, te darás cuenta de que lo más importante
es formarse un criterio propio y no siempre tomar el que te ofertan como el
bueno o el único. Eres una persona muy capaz, muy inteligente y muy especial.
Nunca dudes de ello ni de tus capacidades. No siempre las cosas son fáciles,
por tanto el éxito es producto de la constancia, de la disciplina y de la
paciencia, valores y características que aunque no siempre tenemos, podemos
incorporarlos y adquirirlos para nosotros.
Sé que en estos momentos
realmente dependes de tu papá y de tu
mamá para salir adelante. Dependes mucho también de lo que te digan en la
escuela, y de quién te cuide en determinados momentos. Es normal, que seas
alguien que depende de alguien para estar seguro. Sin embargo, lo que no es
normal, es que incorpores en ti un esquema para identificar autoridades y
pensar un montón de cosas para obedecer mejor. Sé que a partir de de ahora
pensarás mejor tus actos y sobretodo revalorarás lo que irás haciendo día con
día, para optimizar todo aquello que pienses invertir. Trata de que en la
medida de lo posible no te resuelvan inmediatamente las cosas cuando no sepas
que hacer o no puedas realizarlas. Has que las personas a tu alrededor te den
la oportunidad para aprender a valerte por ti mismo, y alcanzar esa
independencia que siempre has soñado de
forma más rápida, pero sobretodo, de forma menos forzada y más natural. Podrás
ser más crítico y más creativo, cosas que para lo que te querrás dedicar en un
futuro que para mí es ya cercano, son muy necesarias. Ahorita eres un niño,
pero llegará un punto en el que darás cuenta de que te dejarán de tratar como
tal. No te angusties. La esencia de quienes somos realmente no se pierde en
ningún momento. Sólo te pido que poco a poco vayas reconsiderando muchas de tus
posturas ante ciertos temas. Recuerda que el dinero es un medio para obtener
satisfactores, y no un fin en sí mismo. En mi experiencia muchas veces,
mediante mi trabajo y mi esfuerzo he recibido muchos beneficios económicos, que
termino tirando en cosas que son beneficios que me duran tan solo unos
momentos, y que pude haber invertido en cosas que realmente me apasionan. Hazme
caso mi chavo, la experiencia habla por mí en estos momentos.
Hay que aprender a valorar
el dinero como medio para obtener satisfactores y no como un fin, ni como la
vía primera para mejorar el propio estatus y el reconocimiento social.
Comprometerse con el trabajo permite satisfacer todas las necesidades humanas,
las fisiológicas y las psicológicas y, por ende, permite mejorar la calidad de
vida. Hay que comprender que el trabajo es inherente al humano y es la base del
progreso. La actitud sensata ante éste no es rehuirlo sino buscarlo. Créeme que
cuando te digas a ti mismo que te gusta vivir al extremo, te acordarás de éstas
mis palabras.
La enunciación declama la
verdad. Aprende a expresar lo que realmente quieres expresar, siéntete libre
para hacerlo, pero también responsabilízate de lo mismo que expresas.
Comprométete, cumple. Has que ese ejemplo sea el que tengan tus hermanitos.
Porque será por el bien tuyo y de ellos mismos también. Sé que crecerás con
muchas más preguntas, y la verdad es que me gustaría resolvértelas todas, pero
no me es posible. Solo quiero que tengas una oportunidad que no tuve, que es la
de ser una persona que se sienta bien consigo misma desde antes que yo pude
lograrlo. Alguien que no sea reactivo a las circunstancias sino activo a los
hechos. Alguien que base su fortaleza en cuanto puede dejar ir, y no en cuanto
puede soportar. Alguien sea feliz y pueda compartir esa felicidad con quien
quiera, y sentirse libre y pleno en el proceso. Alguien como yo quise ser y no
aproveché la oportunidad. Es por eso, te encargo que tú la aproveches.
¿Qué quién soy yo? Soy todo
y a la vez nada. Soy tu luz y tu oscuridad. Soy todos y a la vez nadie. Soy quien
tú quieras ser. Te quiero mucho, cuídate, y hasta siempre.